El más famoso desfiladero cubano, el paraíso botánico del Hoyo de Bonet y pictografías aborígenes, figuran entre los atractivos de los recorridos por el área protegida de Limones-Tuabaquey de la actual temporada de verano. Las excursiones ofrecen transporte, servicio de guías y almuerzo, y parten de viernes a domingo, con 52 capacidades diarias, hacia esa zona del oriente de la Sierra de Cubitas. El cañón denominado Los Paredones, una de las múltiples abras de la serranía, tiene alrededor de un kilómetro de longitud y flancos de altura desigual, el mayor de unos 40 metros. Una vegetación de notoria variedad vive en el Hoyo de Bonet, embudo de alrededor de 80 metros de profundidad con humedad y temperatura inferiores a las del resto de la cordillera, a causa de la gran “sombrilla” de árboles en sus paredes inclinadas. La cueva con testimonios pictográficos avalados científicamente y seleccionada para la visita es “María Teresa”, citada por Gertrudis Gómez de Avellaneda en su novela antiesclavista “Sab”. El sector incluye también a sitios como el Cerro de Tuabaquey, de 335 metros sobre el nivel del mar y mayor elevación natural en la provincia, y al mirador situado en la cima, el cual es la construcción a más altura en la provincia de Camagüey. Las excursiones continuarán hasta septiembre, y los puntos de visita figuran distribuidos en cuatro rutas, con opción de una sola por cliente, según el programa entregado por los organizadores. Demarcación de casi 29 kilómetros cuadrados, la reserva ecológica tiene un plan de manejo que ha permitido convertir en sitio de protección de la naturaleza a un lugar antaño afectado reiteradamente por las depredaciones. (AIN).