Principales destinos: Habana, Cuba

Habana

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Habana

La llanura habanera, surcada por el río Ariguanabo, es el soporte agrícola de Ciudad de La Habana. Sus campos de tierras rojas sembrados de viandas, frutales o tabaco ofrecen a la vista un cambiante mar de tonos verdes que se funden en el horizonte, y aquí o allá, sola o en grupos, se alza la Palma Real, la reina de la campiña cubana. La provincia La Habana prácticamente circunda la capital del país, por lo que numerosas playas al este y al oeste de la ciudad pertenecen a ella: Jibacoa, un polo turístico localizado en el noreste de La Habana, con un fondo marino rico y muy bien conservado y hermosos paisajes, constituyen otros atributos que junto a la exuberante vegetación que rodea su entorno realzan los valores turísticos de esta zona, virtualmente ubicada a mitad de camino entre la capital cubana y el balneario de Varadero. Hay que continuar avanzando hacia el occidente y dejar atrás la capital cubana para acceder al otro balneario de importancia de la provincia La Habana: El Salado, distante a poco más de 30 kilómetros del aeropuerto internacional José Martí y con una íntima playa protegida por un arrecife coralino, lo que propicia la existencia de magníficas condiciones para la práctica del buceo. Desde allí resulta fácil desplazarse hasta Artemisa, donde el área de recursos manejados Rancho Azucarero y las ruinas del célebre cafetal La Angerona merecen la atención del visitante. La ganadería está ampliamente desarrollada en la provincia con grandes granjas, como El Valle de Picadura, Los Naranjos y Niña Bonita. En el pueblo pesquero de Santa Cruz del Norte se encuentra la mayor planta productora de ron de América Latina: la ronera Santa Cruz, donde se elabora el famoso ron Havana Club. En el litoral de esta pequeña localidad numerosas bases de campismo representan una posibilidad más de disfrutar de las playas habaneras en instalaciones más económicas. El poblado de San Antonio de los Baños es la sede del Festival del Humor, que se celebra ocasionalmente en memoria de Marcos Behemaras, humorista habanero, en días de chistes, bromas, caricaturas y canciones. La Ciudad de La Habana fue fundada en 1519 por Diego Velázquez. Dos veces fue trasladada de lugar hasta llegar al sitio privilegiado que hoy ocupa en la costa noroccidental de la isla. Cuarenta años después fue designada capital de Cuba y su puerto devino escala obligada de los buques provenientes del continente, que con sus bodegas atestadas de oro y plata se dirigían en convoy hacia España, para defenderse de los ataques de piratas y corsarios. El tránsito naval propició el floreciente comercio, que en pocos años favoreció a la villa con un mayor crecimiento en comparación con el resto de las ciudades del país. La Ciudad de La Habana, como capital de Cuba, concentra las máximas funciones del aparato estatal y de gobierno. Las industrias que posee ejercen un peso considerable en la economía nacional. Su puerto es el más importante del país y por él entran y salen más de la mitad de las importaciones y exportaciones cubanas. Cuentan los visitantes que llegan a la capital de Cuba que esta no se parece a ninguna otra. Dicen que sus calles, casas, su gente, el Malecón, son únicos y siempre se respira ese olorcito a mar que los embriaga hasta no poder olvidarla. La Ciudad de La Habana es la más pequeña de las provincias cubanas, pero tiene la mayor población. También supera en extensión y en habitantes, con alrededor de dos millones, a otras urbes de las Antillas. Esta cuatricentenaria ciudad atesora diferentes estilos arquitectónicos, desde casas del siglo XVII hasta construcciones modernas. ¡Y lo más curioso!, es la única capital triple del planeta: capital de Cuba y al mismo tiempo de dos provincias, Ciudad de La Habana y La Habana.

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